domingo, 8 de diciembre de 2013

El blanco dedo

Hasta en el momento postrero se le niega (se le quiere birlar, mejor dicho) al hombre héroe -con sus virtudes y defectos por ser eso, hombre- el reconocimiento unánime.
Se escatima la luz para que se imponga la sombra. Se picotea en las páginas de la Historia pues se pretende ahuecarla, agujerearla para que por las hendiduras se escape la verdad.
¡Qué podrida la conclusión de Ussía! Olvida en El Olvidado de La Razón, Alfonso, que Frederick De Klerk recibió junto a Nelson Mandela el Premio Nobel de la Paz. Galardón que merecieron por su labor conjunta. Nobel compartido.
Y se le borra de la memoria a Alfonso Ussía la bola de los acontecimientos de aquellos decisivos años finales que arrollaba al infame gobierno del "apartheid". La herencia de De Klerk no duraría en el poder precisamente por el poder del Congreso Nacional Africano a pesar de sus divisiones internas o por el papel desestabilizador del líder zulú sudafricano provocando una guerra de negros contra negros y abocando al país  a una situación insostenible si no fuera por las manos siempre sabias, a la par que ungidas, de los racistas blancos. La justificación nunca oportuna sino siempre oportunista para sostener lo insostenible.
La conclusión de Don Alfonso destila lo aprendido: la superioridad del blanco sobre el negro.
Parecen llevarlo en la sangre ese porte altivo y distinguido que se hereda de lo divino.Son los elegidos.
Rinde, Don Alfonso Ussía, honores al gran héroe negro que venció a la violencia y al böer que le señaló el camino. Claro, el dedo.











lunes, 7 de octubre de 2013

EL CONDE SE ESCONDE.



Leo, veo y escucho al personal del periodismo en el clímax del alborozo. La decisión de Griñán -ya sabida, por eso no se entiende tanto revuelo- de abandonar la secretaría general del PSOE andaluz, anima a todos a pedir que lo haga, también, de la presidencia del partido a nivel federal y que renuncie a sus cargos institucionales.
Coincide la mayoría en que el gesto sería un respiro, un nuevo aire a la política que ventilase la habitación de la "casa/cosa" pública. Parece, afirman, ser la cuestión tan aconsejable como saludable. Nada que objetar.
Mientras tanto (y no es el "tú más"), el IV Conde de Badarán, que ocupa una de las más altas magistraturas del Estado, ¿la tercera?, sigue tal cual en su sillón ganado a pulso y con el respaldo de una incontestable mayoría de sus senadores. Compañeros de partido, que más parecen una comparsa que un grupo con criterio propio (sea dicho esto con el debido respeto a todos los que se agrupan llegado el tiempo de Carnaval).
Creo que a poco que hagamos memoria nos vendrá el rostro del noble español encarado, en las innumerables sesiones de la segunda cámara de representación española, en el presidente del Gobierno de la Nación, por aquellos entonces, José Luis Rodríguez Zapatero, quien tuvo tantos amigos ayer como oficiantes de la negación hoy.
García Escudero sigue siendo hoy presidente del Senado. No es presunto de nada. Es confeso voluntario de haber percibido de "manos" de su partido, el Partido Popular, 24.000 € en concepto -asegura- de préstamo para la reparación de los desperfectos causados por un atentado de ETA en su domicilio. Afirmó, asimismo, que los devolvió pero que no recuerda a quién, cosa que es común que uno devuelva cuatro millones de las antiguas pesetas y no se acuerde a qué persona se los confió para que los anotara como saldo definitivo de la deuda pendiente. Ni firmó recibí ni firmaron emisión, ni remisión, ni devolución, ni "hostias" (disculpen la expresión, todo termina en -ón, como de gran follón).
El conde, como el de Montecristo por su tenacidad y ofuscación, no supo que debió declarar el susodicho préstamo de modo que el fisco tuviera conocimiento de ello. No sabía que tenía que hacerlo, que debía cumplir con sus deberes de ciudadano... apeló, por comodidad y huidizo a favor de su conveniencia, a la ignorancia, ¡ay!, después de tantos recursos invertidos, "seguro", en su esmerada educación paralela a sus más altos estudios -creo que es arquitecto-. Habrá prescrito la falta administrativa con la Hacienda de todos los españoles. Lo que no ha prescrito es su responsabilidad como ciudadano que hoy debe tomar la decisión de marcharse de la presidencia del Senado por lo que ocultó ayer, ya sea a sabiendas o por ignorancia. Ni un minuto más debería ocupar ese cargo. Otro ejemplo maravilloso sería éste para la regeneración política, otra ventana abierta al aire purificador para mejora de la vida política española tan denostada por los malos políticos. Al final vamos a pillar un resfriado de cojones con tanta ventana abierta.
El conde debería empeñar su palabra, tan al estilo de la nobleza baturra española, y en un gesto noble, cabal, excelente, de sublime hidalguía... cerrara la puerta por fuera.

domingo, 25 de agosto de 2013

Educación y viejos principios

Wert se ha olvidado, si es que alguna vez supo, de los principios pedagógicos de la Institución Libre de Enseñanza. Pudiera ser que los conozca al dedillo pero que abomina de ellos, del pensamiento que los generó, de la corriente libre en la escuela filosófica del progreso humano y de su libertad por la educación.
Quizás esta corriente de la práctica educativa contenga para él, y para muchos como él, el germen de la destrucción de las conciencias bien pensantes, del tradicionalismo católico y del orden natural que no es otro orden que éste en el que "ellos" (los de siempre) aparecen los primeros en el orden de la fila de los beneficios y privilegios:
-Prietas las filas, que es una orden y que aquí no entra ni se cuela ni dios sino es porque se comulga y se jura fidelidad: ¡A la orden y con orden y "concierto"!
Quizás esté fuera del contexto ideológico de Wert y, en consecuencia, de su práctica política el pensamiento español de secularización de la educación tantas veces intentado y siempre fracasado.
El inflexible y polémico ministro se opone a revisar ni coma ni punto del decreto de ayudas al estudio. No sorprende, desde luego, esa actitud porque es una deriva de la estructura mental del ministro que no ha de tildarse de conservadora tan solo, sino también de retrógrada, involucionista y discriminatoria. Todo ello y más. ¡Cómo engañaba Wert en las tertulias y en el Círculo Cívico de Opinión! (En verdad, y sin postularme como el más listo de la clase, siempre me pareció un cínico, en el más estricto sentido filosófico. Me gustaría saber qué piensa hoy Fernando Vallespín del ministro Wert).
Todos los estudiantes, y a todos los niveles, se verán afectados por las decisiones de este ministro envuelto para su regocijo en la "roja y gualda" y que españoleando les va danto pica y estoque. Indultados los de familia pudiente, a los otros les queda su amargo destino a pesar de algunas tardes de gloria:
- Hijo, se ha llegado hasta donde se ha podido -dice el padre, lamentándose por su suerte que hereda por "sino", también, su hijo, mientras la madre murmura y sus hermanos "aprenden".
- Qué se le va a hacer -contesta el hijo mohíno.
- Tú como tu padre y tu abuelo...y ya está-, asoma diciendo la abuela acordándose del difunto que no sabe dónde yace.
A Wert ya se le conoce pese a sus escasas manifestaciones de calado intelectual -¡Y mira que hay currículum!- desde su etapa de ministro. Ha protagonizado pocas, así es, de relevancia para el mundo educativo en lo que se refiere a un ideal para el futuro de España y de sus jóvenes estudiantes y universitarios que se le ha de exigir al ministro encargado de tan "caros y preciados bienes" como son los de la Educación, la Ciencia, la Cultura y el Deporte.
No hay remedio porque sabemos que el ministro no renunciará a su natural inclinación, por su "querencia" al palco, de hacer del sistema educativo (de la instrucción) un mecanismo, un instrumento de propaganda.
El ministro que debería poner todo su empeño en promover en el sistema una amplia cultura general que nuestra sociedad de hoy necesita para sobre ella, después, preparar en una educación profesional y en una orientación consciente para que en su día sean científicos, literatos, filósofos, ingenieros, empresarios, industriales, financieros, etc., tanto hombres como mujeres, que sean capaces de cultivar todas sus facultades para beneficio propio indisociado de su compromiso social en comunidad para solidaridad y cooperación necesaria del progreso común.
¿Cómo hoy, en el siglo XXI, retrocedemos y volvemos a la segregación por sexo en las escuelas? Pero si ya está suficientemente probado por estudios pedagógicos la inconveniencia de esta decisión, ¿a qué viene ahora desempolvar falsos argumentos para este renacer de "los niños con los niños, las niñas con las niñas"?
La coeducación ha de ser un principio esencial del régimen escolar. ¿Por qué segregar en la escuela aquella convivencia natural que se da en el seno de de las familias y en la comunidad? ¿Llegará a imponerse, dando un paso más allá, disciplinas de estudio diferenciadas bajo el argumentario de la "tendencia sexual" y "atracción natural" (la costura, el hogar frente a la milicia, el ejercicio físico... Es que las niñas son propensas a... Los niños, sin embargo, les atrae...)?
Volveremos a las lecciones de memoria, sin análisis crítico, al dogma de los "libros" de textos -eso sí, utilizando las nuevas tecnologías- , asistiremos a la petrificación del espíritu creativo, a la congelación del pensamiento libre, al recorte del impulso para la pregunta inquieta y el ansia por razonar.
Se nos avecina un otoño caliente (así lo deseo) y no precisamente por los efectos indiciarios del cambio climático, sino por otro tiempo inestable que propicia el necesario cambio.














sábado, 3 de agosto de 2013

Fondo Monetario Internacional: ¿Qué hacemos con España?

Enterrémosla, parecen contestarse los sesudos analistas del Fondo. Enterrémosla para que no hieda y no contamine la recuperación y el crecimiento de los países de vanguardia de la Unión.
No cabe la esperanza dentro del sistema para España. Es lógico pensar, aunque siempre asalte la tentación suicida de mirar para otro lado, que nuestro sistema económico en el que se sustenta nuestro modelo de convivencia política y social está agotado. Totalmente agotado.Asfixiado.
Se nos propone desde este organismo internacional, cuya solvencia técnica podría compararse con los irrisorios presagios de cualquier vidente televisivo, que nos impongamos algunos sacrificios más, que a resultas son más de lo mismo: la bajada de salarios acompañada de algún aderezo "plus"..
Sobre sus atronadoras -por los batacazos tan sonoros-  previsiones más nos convendría darles el poco crédito que merecen por adivinanzas y visiones infundadas, reitero, que cualquier otra consideración más elevada. El organismo va de fracaso en fracaso, el éxito se le oculta para mayor de nuestros infortunios, pesares y sufrimientos. A la postre basta un fingido "me equivoqué", tan de moda hoy en boca de altos dignatarios que no va más allá del sonrojo porque las cabezas siguen en su sitio.
El anuncio del Fondo Monetario Internacional acaba con cualquier atisbo de esperanza en la recuperación española. Pretender que un nuevo sacrificio por parte de los trabajadores, en torno a un diez por ciento de sus menguados salarios, para conseguir una exigua bajada de las cifras del paro -alrededor de un seis u ocho por ciento en 2016- y, seguidamente, afirmar que la economía española no será capaz de crear riqueza bruta más allá de un uno por cien anual de media hasta el 2018 es, francamente, una previsión desoladora. Un mísero uno por ciento y con periodos de estancamiento e, incluso, de probable recesión. Demoledor. Es para echarse al monte. Da ganas de hurgar en las boyantes cuentas nutridas de beneficios,  participaciones y salarios fuera de lo común para relativizar el esfuerzo colectivo y solidario y de una vez enfocarlo de forma pormenorizada y personalizada. No sé si es peor -dirán los más avispados de ellos- hurgallo que meneallo.
Está perdida la esperanza entre los papeles y papeles de los informes y contrainformes del FMI. El sistema está liquidado. No puede contarse con la activa participación de la población porque ya no cree en un proyecto falseado, adulterado y mangoneado por unos cuantos que ya no representan lo que dicen representar. Ya no hay confianza. Se ha roto el vínculo, se ha desmoronado la credibilidad porque los cimientos han cedido, no pueden soportar tanto peso por tantas mentiras y  traiciones y demasiadas deslealtades y frivolidades.
Sin embargo, alentador, surge contradictorio el deseo racional de cambio. Un cambio profundo, regenerador, reparador que no puede canalizarse por personas que son hoy la imagen del sistema; pero, en cambio, sí son imprescindibles hombres y mujeres nuevos que hagan aflorar el principio de la gran transformación que ha de abrirse paso... Y lo hará a cualquier precio.

sábado, 27 de julio de 2013

Rehabilitar la vida política. La caridad que hace falta. La que faltaba, no. ¡Lo que nos faltaba!

Esto dice Jorge Mario Bargoglio, Papa Francisco, que hay que rehabilitar la vida política por ser ésta una de las formas más altas de la caridad. Justamente lo contrario de lo que piensa la gente que se enmarca en un concepto político cuyo principio fundamental frente a la caridad propone y antepone la justicia, la justicia social. Ese es el molde que todavía hoy hay que romper. Es precisamente lo que hemos venido comentando días atrás. La ideología derechizante mantiene y difunde la idea del Estado pobre, reducido a la mínima expresión y de la sociedad asistencial. Almas cándidas y compasivas combatirán como legiones el hambre y las necesidades por su grandeza espiritual a otros hombres que "son responsables de su situación de pobreza, de exclusión porque, en definitica, aseguran que la vida es así, que siempre ha habido ricos y pobres y siempre los habrá".
Pero hay otra visión que emana de otra inteligencia y que considera al hombre con derechos inalienables. Una perspectiva amplia que deja asomar con claridad y rotundidad la defensa de principios y valores que no pueden enajenarse a ningún credo o confesión, que ni quiere ni desea someterse a ninguno de ellos cualesquiera que sean y de donde provengan, porque tienen asiento en la Razón, en la Razón más pura e independiente del conocimiento humano. Por eso, otros defendemos el Estado fuerte, con intervención, para garantizar derechos en una sociedad justa e igual. Esa es la diferencia.
También critica el Papa la imposición de la racionalidad científica y técnica en las sociedades. Bien al contrario. A base de gran esfuerzo cuando no de luchas ´-en lo más literal- se ha abierto paso a los avances científicos y técnicos que tanto bien, desarrollo y bienestar originan en las sociedades que saben utilizarlos y aplicarlos para el progreso colectivo y la calidad de vida de sus ciudadanos. En fin, lo que nos faltaba.


ttp://www.telam.com.ar/notas/201307/26531-francisco-pidio-rehabilitar-la-politica-una-de-las-formas-mas-altas-de-la-caridad.html


lunes, 4 de marzo de 2013

El empecinamiento

  El gobierno no quiere darse por enterado. Hasta la saciedad hemos repetido que estamos viviendo una situación de auténtica emergencia nacional. El gobierno carece de credibilidad para generar confianza ni sabe cómo afrontar la realidad descalabrada del país.
  Esto no se derrumba a pesar del deseo inflamable de cambio que bulle por todas partes, en todos los sectores, en todos los ...frentes. ¿Qué frena el hartazgo colectivo que liberado arrasaría los mismos cimientos del sistema? El freno es el conservadurismo -no solo político sino también social- asentado en la sociedad misma, en su conjunto. Se teme, por el miedo inducido, a perder lo poco o lo mucho conseguido hasta el momento. El aislamiento aun en la masa es desesperanzador y hace frío a solas.
  ¿Qué cambio se propone? ¿Qué es lo que queremos? ¿Tenemos tiempo para la regeneración? ¿Es éste un sistema viejo, caduco, inservible? ¿Estamos perdidos o vencidos? Sin Europa no hay solución, la Europa de los ciudadanos con un sistema al servicio de las personas y una economía controlada y una guerra sin cuartel a la acumulación de riqueza en pocas manos. Unas nuevas bases para las relaciones comerciales a nivel mundial donde se tenga en cuenta la procedencia de los bienes y las condiciones laborales y salariales de los que los producen...

Las Huellas del Exilio



  Recomiendo: En 2008 se publicó Las Huellas del Exilio. Esta obra, prologada por Vicenç Navarro, aborda las distintas "expresiones culturales de la España peregrina" por varios autores. Aquí se intenta dar una visión de la producción cultural, artística, filosófica, literaria... de tantos españoles y españolas exiliados por la guerra civil española y la implantación del régimen franquista.
  Navarro nos advierte de los costes que ha tenido para España el olvido del exilio. Aquí se quiere dejar entrever "la impronta que el desgarro y el desarraigo" dejaron en aquellas manifestaciones artísticas y culturales en todos los campos de la España del exilio.
  Pues ya deberíamos estar escribiendo sobre el camino que emprenden tantos jóvenes y trabajadores hacia otros países de Europa u otros continentes porque no hay más remedio. No es este flujo el que yo había imaginado, no la ida por la extrema necesidad... habíamos pensando en la estancia por la dicha de la oportunidad. Serán las huellas de otro exilio...

lunes, 25 de febrero de 2013

Yo, con Chikilicuatre. Italia es otra cosa.



 La que se nos viene encima como europeos por las preferencias de los italianos. Los de la bota y la piedra; en ella, tropiezan siempre. Es su sino y así lo pensaba yo cuando de pequeño o, incluso, hoy me asomo al mapa europeo. Pero debí intuir que algo se nos derrumbaba desde hacía tiempo a nosotros, a los amigos del Carnaval y de la Semana Santa. ¡Mira que a los españoles nos gustan los disfraces!  Vamos de jarana en jarana enmascarada; eso sí con profundas y honrosas excepciones, es natural. Nos partimos, nos desternillamos, de cualquier manera... Debimos estar más atentos al vaticinio de nuestra decadencia de hoy. El signo de los nuevos tiempos se produjo en 2008. Tuvimos nuestro Pepito Grillo y no le hicimos ni "puto" caso (con perdón, por no hacer caso, claro). La irrupción de Chikilicuatre en el Festival de Eurovisión fue la señal, el estigma, el designio de los nuevos tiempos de crisis total, de desorientación general. Nos deslumbraron el tal David Fernández y el ingenioso Buenafuente. No le hicimos caso pero sí se nos fue el advenedizo con aplausos: ¡Arsa, quillo! Y te lo hace sin peineta -es más educado que Luis, por supuesto, a pesar de que comparte con él sólo, afortunadamente, el malva, que es el color de la pena, del dolor, de lo irremisible-, no pierdas detalle que habrá más. Somos así.

miércoles, 13 de febrero de 2013

LA CONJURA DE LOS NECIOS.

Hoy nos desayunamos con las manifestaciones triunfalistas del presidente Monago por haber conseguido el récord de disminución del déficit público.
Somos, los extremeños, los campeones en la consecución del cauterizador objetivo del Estado del Bienestar, capitaneados por un presidente que está encantado de conocerse, y cuyo ego aumenta exponencialmente a medida que se palpa y se siente. Baste como argumento a esta tesis su cadencioso lenguaje, manera y gestos que lo acompañan, para entrever lo cadente del personaje. Y va a más. No tiene freno.
Hemos conquistado lo que parecía imposible: Disminuir el saldo negativo de nuestras cuentas públicas más de lo "razonablemente" exigido por el gobierno de España que, a su vez, asimila maniatado y muy obediente en sus deberes europeos de un solo carril.
Desde luego, no puedo dejar de asociar la reacción de los líderes populares ante tan tamaña noticia con la obra de John Kennedy Toole, delirante libro cuyo título en castellano refleja bien el ejercicio y la composición del gobierno extremeño: La conjura de los necios.
                Sucede que la obra -protagonizada por el despreocupado y extravagante Ignatius J. Reylly, que tiene un tanto de Sancho pero exento de su sagacidad y agudeza, se nos presenta como un botarate genuinamente americano, un tanto entrañable y simpaticón- no tiene más discurrir que el caos organizado, el sinsentido razonado, el equívoco zafio de la afectación tan alejada de la elaborada por Wilde. La novela es genial y fantástica con mucho.
Sin embargo, la tragedia es la de su autor en la vida real. Acabó suicidándose como consecuencia de la estupidez que le rodeaba, que debió de ser mucha y en extremo de calidad, por lo acontecido.
No digo yo que el pueblo extremeño encadene su destino a un suicidio colectivo porque para ello hay remedio: abrir la puerta de modo que la cierren por fuera los responsables del gobierno extremeño. Estos sí son reales y no, desafortunadamente, personajes de ficción de una novela por extraordinaria que fuera.
No repetiré yo aquí las consecuencias de la meta del déficit público con detalle, puesto que ya son de sobra conocidas en materia de la escasez, abandono y desaparición de recursos en educación en todos sus niveles, en sanidad, en dependencia, en infraestructuras. Y lo que es aún peor, la destrucción de empleo, la aniquilación de pequeñas y medianas empresas, el abandono de los autónomos a su suerte; en definitiva, la falta total de rumbo. ¡Qué expresar ante el drama de tantas familias que carecen de toda ayuda pública mientras todos sus miembros permanecen en el paro!
Nuestro presidente actúa como si le hubiera tocado la lotería, está encantadísimo. Tan feliz está que anuncia una bajada de impuestos pero que no detalla en este preciso instante porque la tiene -dice- en estudio. La verdad es que no puede ser más que una ocurrencia en plena euforia.
No hay ni orden ni concierto, esto es un páramo -oiga- que se lo digo yo, sin ganas de liarla, pero que empuje no falta. La brújula en el baúl y han perdido la llave.
Los infortunios vienen siempre de la mano, nunca aparecen solos. Por lo menos de dos en dos: Como si no tuviéramos bastante con la actitud -mejor, ineptitud- del jefe del gobierno autonómico, rivaliza con ella su consejero de Economía. Dice el responsable de las cuentas de la región que estemos tranquilos, vamos, que no lancemos las campanas al vuelo, que el resultado de reducción del déficit extremeño no ha de traducirse forzosamente en una subida de la calificación de nuestro potencial económico por parte de las agencias calificadoras, incluso añade que puede ser que dicha calificación sea "un poquito más baja". Y lo dice así, nuestro consejero, como bajando la voz del “pick up” del guateque con la Miranda de limón amargo en la mano.  ¡Dios!, ¡Por menos corrían a algunos a gorrazos, o lanzados derechitos al pilón! Aquí nadie paga peaje. ¡Vaya tenderete! ¡Y todo a saldo! ¡Y todos los afectados por la crisis tan ilusionados que estábamos por haber cumplido con el déficit! ¡Qué poco dura la alegría en la casa del pobre, tan preocupado por el cumplimiento de la reducción del maldito y volátil déficit! ¡Manda cojo...!